Por Violeta Osorio, Rosana Mazur y Marcia Cortese
El Parto Planificado en Domicilio es un modelo de atención que ha demostrado ser seguro y favorecer la salud y el bienestar de que quienes lo eligen. Sin embargo como todo modelo de atención, como toda opción en salud, tiene un marco en el cual se basa esa seguridad y viabilidad. No todo parto que ocurre en una casa o fuera de una institución forma parte de este modelo de atención, y su seguridad se relaciona con que se cumplan una serie de requisitos básicos.
El Parto Planificado en Domicilio es un modelo de atención que ha demostrado ser seguro y favorecer la salud y el bienestar de que quienes lo eligen. Sin embargo como todo modelo de atención, como toda opción en salud, tiene un marco en el cual se basa esa seguridad y viabilidad. No todo parto que ocurre en una casa o fuera de una institución forma parte de este modelo de atención, y su seguridad se relaciona con que se cumplan una serie de requisitos básicos.
Ante todo, es importante aclarar por qué hacemos tanto énfasis en
diferenciar Parto Planificado en Domicilio de cualquier nacimiento que ocurre
en casa y por qué también tanto énfasis al hablar de "modelo de atención".
La mujer/familia posee legítimo derecho de elegir cómo, dónde y con
quién parir, eso hace parte de las decisiones de su vida íntima y privada. Pero
es también su derecho disponer de toda la información que le permita no
sólo elegir si quiere parir en una institución o en su casa, sino de qué manera
enmarcar ese nacimiento domiciliario.
Cuando nos referimos a modelo de atención, básicamente aparecen dos figuras claves
a tener en cuenta: por un lado la asistencia profesional idónea, y por otro
lado, los protocolos o guías de atención bajo los que se encuadra la práctica
obstétrica de estxs profesionales. Sin asistencia profesional no hay
modelo de atención posible, pero la sola presencia de equipo obstétrico
no garantiza la seguridad y el bienestar. Esto se materializará con una práctica
obstétrica acorde a los protocolos de atención. Todo esto, enmarcado, incluido
y articulado dentro del sistema de salud que rige desde el Estado mismo.
En este sentido, el Parto Planificado en Domicilio se asienta sobre
algunos pilares básicos que son los que dan sustento y marco, tanto científico
como legal a su seguridad y viabilidad. Los mismos refieren a la experiencia
tanto nacional como internacional sobre el tema, con lo cual no son producto de
negligencia, comodidad, capricho o moda, justamente todo lo contrario.
Para empezar existen los que se denominan factores determinantes:
Son las condiciones mínimas que hace del parto planificado en domicilio
una opción elegible:
- Tratarse
de una decisión libre e informada de la mujer/familia.
- Tratarse de una mujer sana, transitando un embarazo sano y con un/a bebé sanx. Lo que en obstetricia se llama “bajo riesgo”, es decir, una mujer que no posea patologías previas que afecten el embarazo o puedan implicar complicaciones previsibles en el parto; que durante la gestación no se desarrolle una complicación que pueda afectar el bienestar de la mujer y/o el bebé durante el parto o el posparto inmediato, como por ejemplo diabetes o hipertensión y un/a bebé a término y sano/a. La expectativa de transitar un embarazo/parto/nacimiento en salud es del 80% de los casos (OMS). Y es importante aclarar que pueden existir patologías previas que si no modifican el registro de bajo riesgo obstétrico no suponen un impedimento, de igual forma que pueden aparecer complicaciones durante el embarazo que al ser solventadas no modifiquen este registro como un hematoma al principio del embarazo o placenta previa también al inicio de la gestación.
Por otro lado, existen casos en los que aún hay controversia, frente a si se encuadran dentro de ese “bajo riesgo” de cara a un parto planificado en domicilio, como pueden ser las cesáreas previas, los embarazos múltiples o los partos en podálica, pero, lo que sí es claro, es que se trata de situaciones donde existe un riesgo aumentado para ciertas complicaciones posibles, lo que no implica una sentencia, ni que se trata de una patología tan solo una ligera predisposición mayor a determinadas complicaciones. Es por ells que es indispensable que la mujer/familia cuente con información completa y verdadera sobre esta situación y sus implicancias para poder elegir libre y responsablemente.
En casos donde se presente alguna anomalía dentro del proceso de salud o inclusive patología a resolver, la información y alternativas consensuadas deben formar parte de la decisión de la mujer/familia en su abordaje sin que esto de ninguna manera mine su capacidad de autonomía, responsabilidad y sobre todo sus derechos. En todo caso, las decisiones tomadas serán en el marco de lo conocido como “riesgo aumentado”. - Contar
con asistencia profesional idónea. Es decir, profesionales de la
obstetricia con formación universitaria y su correspondiente matrícula
nacional o provincial que los habilita para asistir. Esto no solo
garantiza la formación y prácticas profesionales que el Estado considera
como mínimas e indispensables, para todos los profesionales de la salud,
más allá del escenario donde desarrollen sus tareas, sino que los habilita
como agentes del estado en la responsabilidad de sus actos y en brindar la
certificación correspondiente y necesaria a los recién nacidos (por
ejemplo en CABA, donde existe un registro nacional de las personas en el
cual los profesionales y familias tramitan la documentación
correspondiente, DNI).
- Plan de traslado o derivación a una institución sanitaria en caso de que la mujer y/o el bebé requieran de atención de mayor complejidad. Los casos de derivación son aquellos en los que se detecta una patología o complicación previa al inicio del trabajo de parto que hace inviable la asistencia domiciliaria. Traslados son aquellos que suceden durante el trabajo de parto, parto o posparto inmediato; para estas situaciones, la institución de referencia debe estar a no más de 20 minutos del domicilio de la mujer y se debe contar con auto particular (idealmente del equipo obstétrico) disponible durante el trabajo de parto, parto y posparto inmediato.
Los requisitos
básicos. Están directamente relacionados con las prácticas
obstétricas y la asistencia de lxs profesionales de la salud:
- Asistencia
por un equipo obstétrico
conformado por al menos 2 profesionales. Y serán también siempre 2
profesionales quienes acudan al domicilio para la atención del trabajo de
parto, parto y posparto inmediato. Como todos los ejes planteados, no se
trata de un requisito arbitrario y por supuesto su razón de ser está en
relación al bienestar y salud de la diada. ¿Cuál es la importancia de
contar con 2 profesionales en el domicilio? Por un lado, tener una doble
mirada frente a cualquier situación que pueda suceder enriquece el
abordaje que se lleva a cabo. Tampoco podemos desconocer que los partos,
más cuando son asistidos respetando y favoreciendo la fisiología y los tiempos
biológicos, pueden llevar muchas horas e incluso días, con lo cual es
indispensable que puedan alternarse para descansar en caso de que así lo
requieran. La exigencia física es un factor también a tener en cuenta,
como se trata de nacimientos donde la mujer tiene libertad de movimiento
es común que muchas veces, sobre todo en el periodo del expulsivo se apoye
o “cuelgue” de quienes la asisten. Y por supuesto, ante una situación que
se aleja de la normalidad, disponer de una doble lectura y de mayor agilidad
en la atención es primordial. Y una vez ocurre el nacimiento es importante
contar con un/a profesional disponible para la madre y otrx para el/la
bebé. Cabe recordar que más allá del ámbito donde suceda el nacimiento es
de absoluto sentido común contar con la cantidad de profesionales
disponibles para atender cada una de las instancias necesarias que se
desarrollen y esto hace a la responsabilidad y buen accionar del equipo de
salud.
Ser un equipo de más de 2 profesionales también tiene su razón de ser: Los nacimientos cuando se abordan de manera fisiológica suceden cuando la diada está preparada, no cuando le es más conveniente al equipo obstétrico, la organización de la agenda de cada equipo debería tender a reducir las probabilidades de que los nacimientos sucedan en la misma fecha, pero esto no es algo que se pueda controlar con exactitud. Ser más de 2 profesionales da la posibilidad de asistir 2 nacimientos que se superponen. Esto sin contar que los imprevistos existen, nadie quiere que así sea, pero la posibilidad de que unx de lxs profesionales tenga una situación que le imposibilite asistir el nacimiento debe ser prevista, y en esos casos el que sean más de 2 profesionales en el equipo garantiza la atención idónea.
Contar con un equipo obstétrico favorece la seguridad, el bienestar y la mejor atención posible. - Seguimiento
obstétrico durante todo el periodo perinatal. El ámbito en el que se planifica un
nacimiento, no modifica el seguimiento de la salud del embarazo y los
controles pertinentes que deben realizarse desde el embarazo hasta el
posparto. Durante la gestación, se debe realizar el seguimiento oportuno y
correcto, tal y como marcan las guías de atención nacionales y las
recomendaciones internacionales, así como los estudios, laboratorios,
ecografías, etc. Todo esto enmarcado dentro de un modelo de atención que
asume a la mujer como protagonista, lo que se traduce en que el equipo
médico no se limitará a dar indicaciones sino que brindará información a
la mujer/familia y herramientas para que puedan elegir. Pero no solamente
cuenta lo físico, el aspecto emocional y psicológico juegan un papel
fundamental, por ello debe contarse con el tiempo necesario para aclarar
dudas y compartir información de manera horizontal. Al menos, una de estas
entrevistas se realiza en la casa de la mujer/familia. Este seguimiento es
el que permite evaluar paso a paso que el proceso se mantiene en el camino
de la salud.
Durante el trabajo de parto y parto, la labor del equipo obstétrico deberá centrarse en acompañar el proceso desde la atenta observación, favoreciendo y respetando el desarrollo fisiológico, así como la libertad y autonomía de la mujer; interviniendo sólo de ser necesario y siempre con una mujer que con información elige y autoriza. La recepción del recién nacido/a y el seguimiento de su bienestar será realizado también por el equipo obstétrico.
El acompañamiento posparto también deberá contemplarse, tanto en el posparto inmediato (de al menos dos horas a partir del alumbramiento) como las visitas posteriores para evaluar el bienestar de la mujer y el/la bebé.
Es responsabilidad de los equipos obstétricos llevar una historia clínica, a la que las mujeres podrán acceder y tener copia de la misma, en caso de así requirlo. - Insumos
médicos. El
equipo obstétrico debe acudir al domicilio de la mujer con los insumos
necesarios y adecuados para la correcta atención del parto, la recepción
del/a recién nacido/a y el posparto inmediato. Los mismos que se
encuentran en una sala de partos de una institución médica, a saber:
equipamiento para la recepción y reanimación del/a recién nacido/a, caja
de partos, medicación necesaria, entre otros.
- Buenas
prácticas obstétricas. La
asistencia deberá estar fundamentada en la medicina basada en evidencia,
con perspectiva de género y derechos. Lo que implica, por ejemplo, que
sólo se deberá intervenir médicamente en el proceso de ser necesario,
siempre con una mujer que con información elige y con el conocimiento de
que existen intervenciones que aunque pueden ser médicamente necesarias,
están desaconsejadas en la atención domiciliaria (como por ejemplo el uso
de oxitocina para inducir y/o conducir el parto).
- Valoración
del domicilio de
la mujer/familia. Se consideran requisitos básicos:
1. Estar a menos de 20 minutos de tiempo de viaje
hasta la institución de salud elegida para un posible traslado
2. Tener acceso adecuado
para el ingreso de vehículos.
3. Tener agua corriente limpia, electricidad y
posibilidad de establecer la temperatura ambiente adecuada.
4. Contar con
condiciones de limpieza e higiene.
Otros datos importantes a tener en cuenta:
- Cantidad
de familias que
asisten por mes. Al tratarse de un trabajo personalizado el seguimiento
del embarazo, la permanencia continua en las horas/días que conlleve el
parto/nacimiento y el correcto seguimiento del postparto y puerperio, es
posible garantizarlo sólo si se asisten el número de familias acordes a
esta responsabilidad. En ese sentido, es importante que las mujeres sepan
cuántas familias asiste por mes el equipo que elige y cuales son las
razones para determinar esa cantidad.
En caso de ser un equipo de sólo 2 profesionales, deberán contar con algún profesional externo al equipo (guardia pasiva) a quien recurrir en caso de necesidad. - Experiencia. Existe la idea errónea que asistir partos
planificados en domicilio es fácil, que se trata de nacimientos en los que
“no se hace nada”, lo que puede desembocar en que profesionales sin
suficiente experiencia en la atención perinatal decidan dedicarse a
asistir partos planificados en domicilio para “ganar experiencia”. Las
prácticas asistenciales deben ser realizadas en el marco de residencia y/o
en calidad de aprendiz de los equipos con experiencia y trayectoria en la
asistencia domiciliaria.
- Previsibilidad.
En caso de que todos o
alguno de lxs profesionales del equipo de parto planificado en domicilio
realicen guardias en instituciones públicas o privadas es importante que
la mujer/familia sepa con la antelación suficiente como el equipo
profesional resuelve su presencia y el acompañamiento adecuado en el caso
que el trabajo de parto se inicie durante los períodos de dichas guardias,
y si ella lo requiere, conocer previamente a los profesionales de
reemplazo.
Por supuesto, es responsabilidad de los equipos que asisten parto
planificados en domicilio, brindar una atención que responda tanto a los
factores determinantes como a los requisitos básicos, pero es deber del Estado,
como garante de derechos velar porque todos los nacimientos ocurran en las
mejores condiciones. El Parto Planificado en Domicilio existe desde siempre,
está contemplado en la ley nacional 17132 y en varias leyes provinciales del
ejercicio de la obstetricia, su demanda crece con los años, a pesar de ser la
opción minoritaria, cada vez hay más mujeres que lo eligen.
Por tal motivo, el Estado no puede estar ausente de esta realidad, es su
labor legislar, regular y velar porque esta práctica se desarrolle de la mejor
manera tanto en lo que la asistencia en el domicilio implica como en su posible
articulación con las instituciones de salud, garantizando así, a las mujeres su
derecho a elegir cómo, dónde y con quién parir.
Nota: Si planificaste un parto en domicilio en Argentina, haya terminado en casa o no, desde Fortaleza´85 te invitamos a completar la encuesta sobre PPD. Los datos recabados son de vital importancia a la hora de defender nuestros derechos y ampliarlos, tanto para aquellxs que eligen casa como para quienes eligen una institución. Agradecemos difusión! Para completar la encuesta haz click aqui
FORTALEZA'85
Violeta Osorio, Rosana Mazur, Marcia Cortese, Andrea Paz, Bárbara Lorenzo, Francisco Saraceno
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